Laguna Huacachina

Un amor imposible retratado por la Huacachina

En el sur del Perú, se forjó una historia de amor entre una doncella llamada Huacay China, también conocida como Huacca China, y un joven guerrero. Cada minuto juntos era preciado, especialmente porque él estaba destinado a partir para defender su país en tiempos de guerra. En medio de la incertidumbre, estos amantes encontraron en su amor una pausa en el tiempo, donde podían entregarse completamente el uno al otro.

Un día fatídico, el joven guerrero de gran valentía recibió el llamado para unirse a una cuadrilla. A pesar de la tentación de huir, sabía que su deber lo obligaba a cumplir con su palabra.

Tras despedirse con un abrazo eterno, sin sospechar que sería su última vez juntos, el joven soldado partió hacia la batalla. Trágicamente, perdió la vida en el fragor del combate, dejando a su esposa sumida en una desolación inconsolable. Consumida por la tristeza, se apartó de todo y lloró en un campo que había sido testigo de su amor. Día tras día, sus lágrimas inundaron el lugar, formando así una pequeña laguna que guardaba el dolor de su pérdida.

Fuera de sí, atormentada por la pregunta de por qué la felicidad les había sido arrebatada, la mujer se sumió en sus pensamientos, recordando a su amado esposo. En medio de su trance, un hombre que pasaba cerca se detuvo y la observó con atención, lo que la llenó de temor. Buscando refugio y sin pensar, se sumergió en las aguas de la laguna, donde permaneció oculta durante horas, hasta que el desconocido finalmente se alejó.

El origen de la sirena de la Huacachina

Cuando la calma regresó a su ser, percibió un cambio profundo en su cuerpo. Al intentar regresar a la orilla, se dio cuenta de que sus piernas se habían transformado en una elegante aleta, adoptando la forma de una hermosa sirena.

Según la leyenda, ese charco de lágrimas se transformó en la laguna que nutre esta área de Ica. Se cuenta que Huacay China, la protagonista de esta historia, emerge cada vez que la luna llena ilumina el cielo, para derramar sus lágrimas por ese amor truncado por la guerra.

La sirena y los solteros en la Huacachina

Una creencia popular asociada a este lugar turístico es que los hombres solteros no deben nadar solos en la laguna, ya que podrían ser seducidos por la sirena y arrastrados hacia las áreas más profundas, corriendo el riesgo de ahogarse.

Aunque muchos peruanos y extranjeros eligen este espacio para pasar su luna de miel, los lugareños advierten que es posible que las peleas acompañen su viaje, ya que uno de los supuestos objetivos de esa doncella sería que otros experimenten el sufrimiento que ella vivió.